V'Zot HaBrajá
Parashá V’Zot HaBrajá
Deuteronomio 33:1-34:12
Shemini Atzeret es un día festivo separado y, por lo tanto, ya no nos sentamos en la Sucá. En español, conocemos esta festividad como la Asamblea del Octavo Día. Puedes leer sobre esto en Levítico 23:36, 39. Leemos que en este día debemos tener una santa convocación, no debemos hacer ningún trabajo (es un Yom Tov) y que es una asamblea solemne o santa.
Dentro de Israel, combinamos Shemini Atzeret (Asamblea del Octavo Día) y Simjat Torá en una celebración de un día. En la diáspora (fuera de Israel), es un feriado de dos días. Se celebra el primer día, Shemini Atzeret y luego se celebra el segundo día, Simjat Torá. Simjat
Torá no es una festividad bíblica. Simjat Torá finaliza y comienza el ciclo anual de lectura de la Torá.
Fuera de Israel, la lectura de la Torá para Shemini Atzeret es Deuteronomio 14:22-16:17. En Simjat Torá, leen V’Zot HaBrajá y Génesis 1:1-2:3. En Israel leemos en Shemini Atzeret lo que se lee fuera de Israel en Simjat Torá.
“Son las instrucciones de Dios a Su pueblo las que nos permitirán seguir Su voluntad y encontrar bendiciones”
Parashat VeZot HaBrajá es única porque, aunque es una de las porciones semanales de la Torá, se lee en Shemini Atzeret en Israel y en la festividad llamada Simjat Torá para aquellos fuera de Israel. Las otras porciones de la Torá se leen siempre el séptimo día de la semana (Shabbat).
La frase ” V’Zot HaBrajá” significa literalmente “y esta es la bendición”. Al leer el primer versículo de esta porción de la Torá, uno aprende que Moisés, quien hizo esta bendición, lo hizo antes de su muerte. Esto quiere decir que, aunque su muerte era inminente, no estaba pensando en sí mismo, sino en cómo bendecir a los demás.
¿Cuál fue esta bendición que Moisés quería colocar sobre los Hijos de Israel? La respuesta a esta pregunta se encuentra en el versículo cuatro. En este versículo, Moisés habla de la Torá que Dios a través de Moisés nos ordenó. La frase “nos ordenó” debe entenderse como “para nosotros”. Dios no necesita nada. Dios es eternamente perfecto y no puede cambiar. Por lo tanto, todo lo que Él ordena no es para Su beneficio, sino para nuestro beneficio.
En el mismo cuarto verso, hay una palabra importante que se relaciona con una herencia. El mensaje del versículo es este: Es sólo a través de la Torá, es decir, las instrucciones de Dios a Su pueblo, que Su pueblo puede demostrar una herencia del Reino. Este versículo concluye con la frase “la congregación de Jacob”.
Hay dos palabras principales que se traducen como “congregación” y estas dos palabras enfatizan principios diferentes. Una palabra para congregación se relaciona con la palabra “testimonio o testigo”. Sin embargo, en este versículo, es la segunda palabra que aparece, la cual se relaciona con “una asamblea de personas que se reúnen para un propósito común”.
Sólo a través de las instrucciones de Dios se puede incorporar a una congregación a una herencia común. En otras palabras, es la verdad de las instrucciones de Dios lo que unirá a un pueblo diverso y los unirá para hacer Su voluntad.
El versículo termina con la frase “la congregación de Jacob”. A pesar de lo que se dice frecuentemente, la instrucción de Dios a Su pueblo no los convierte en la congregación de un engañador. El nombre “Yaacov” se deriva del verbo hebreo que significa “seguir o perseguir”. El nombre Jacob está en tiempo futuro, lo que significa que son las instrucciones de Dios a Su pueblo las que nos permitirán seguir Su voluntad y encontrar bendiciones.
Dr. Baruch Korman – 6 de Octubre 2023