VaYeira - (Y Él apareció)

Parashá: VaYeira (Y Él apareció)

Lectura de la Torá: Génesis 18:1-22:24

Lectura profética: 2 Reyes 4:1-37


“Influir en los demás para que se arrepientan y se vuelvan al único Dios verdadero y viviente”

Hay muchos eventos que ocurren en el parashá de esta semana, uno de los cuales es la destrucción de Sodoma y Gomorra. El nombre del parashá se deriva de la aparición de HaShem ante Abraham. Es muy significativo que lo haya hecho por medio de la aparición de tres ángeles. Durante la visita de HaShem a Abraham y Sara, HaShem habló (un ángel a otro) diciendo:

“¿Debo yo ocultarle a Abraham lo que voy a hacer?” Génesis 18:17

Cada vez que HaShem hace una pregunta, no es para Su beneficio, sino que es un recurso literario con el propósito de plantear la pregunta al lector. En otras palabras, ¿cuáles son las implicaciones de que HaShem no le haya dicho a Abraham que Dios está a punto de destruir a Sodoma y Gomorra? Es necesario recordar que HaShem invitó a Abraham a una relación de pacto con Él. El propósito principal de este pacto era que HaShem usara a Abraham (en última instancia, al pueblo judío) para que fuera una bendición para los gentiles. Dado que Dios estaba a punto de destruir a Sodoma y Gomorra con Su justo juicio, ¿cuál era la responsabilidad de Abraham? La respuesta es actuar de manera tal que Sodoma y Gomorra no fueran juzgadas, sino que encontraran redención.

Mientras HaShem avanzaba con este plan para destruir Sodoma y Gomorra, es muy significativo que Abraham actuara de una manera que influyera en Dios para que no llevara a cabo Su juicio. Aunque Abraham le suplicó a Dios que no destruyera las ciudades por el bien de cincuenta individuos justos, el verdadero mensaje es que al final se decidieron por el número diez. En el judaísmo, el número diez se relaciona con un grupo de oración. Los sabios afirman que Abraham sabía que su sobrino Lot estaba en ese lugar y supuso que Lot habría organizado una sinagoga allí donde al menos diez hombres habrían estado orando. La lección para nosotros es que uno no
puede asumir que otro va a hacer el trabajo que Dios nos ha confiado a ti y a mí.

Muchos creyentes suponen que su vecino, compañero de trabajo, pariente, etc., ha oído el Evangelio. ¡Puede que esto no sea así! Abraham debería haber ido él mismo a Sodoma y Gomorra y haber intentado influir en ellos para que se arrepintieran y se volvieran al único Dios verdadero y viviente.

¿A quién ha puesto el Espíritu Santo en tu corazón para informarle acerca del Dios justo que juzga? Con demasiada frecuencia hoy en día se descuida la justicia del Señ-r en favor de una presentación de la gracia de Dios que a menudo es engañosa y no bíblica. Sí, Yeshúa es
misericordioso y perdonador de pecados, pero esta gracia no debe hacer que uno crea que eclipsa Su justicia o que significaría que ya no hay ninguna condenación. Recuerden las palabras de Rav Shaul:

“¡Ninguno! Ahora, pues, condenación para los que están en el Mesías Yeshúa, (los cuales) no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” Romanos 8:1

Dr. Baruch Korman –  15 de Noviembre, 2024 

GENERAL QUESTIONS

HOW can WE help you?