Tzav (Mandar)

Porción de la Torá: Tzav (Mandar)

Lectura de la Torá: Levítico 6:1-8:36

Lectura Profética: Malaquías 3:4-24

 

 

“Los Creyentes son Consagrados Para Servir a HaShem”

Este Shabat es el Shabbat antes de Pésaj. Se llama el Gran Shabbat (Shabbat HaGadol) porque mientras en Egipto fue en un Shabbat que HaShem ordenó a Su pueblo a traer el Cordero de la Pascua a sus hogares y guardarlo hasta el día 14 de Nisán, cuando lo sacrificarían y pondrían su sangre sobre los postes y el dintel de sus puertas.

Uno lee al final de la porción de la Torá de esta semana que los Kohanim fueron consagrados para el servicio. Una consagración similar le sucede a cada creyente cuando él o ella acepta a Yeshúa y recibe el Espíritu Santo – porque él también está consagrado para servir a HaShem. En el capítulo 6 de 1 Corintios, uno lee: “Porque habéis sido comprados con un precio; por tanto, glorificad a Di-s …”. (I
Corintios 6:20) La frase, “Porque habéis sido comprados con un precio” es una referencia a la redención, ya que la redención implica una compra y una transferencia de autoridad. El punto que quiero resaltar en el artículo de esta semana es que cada persona va a estar bajo autoridad. 

La única pregunta es ¿bajo la autoridad de quién? Es importante que cada individuo se dé cuenta de que solo hay dos opciones: o uno estará bajo la autoridad del pecado o estará bajo la autoridad del Mesías Yeshúa. El problema es que a muchos creyentes no se les enseña que con la redención (una experiencia de salvación) viene la obligación de cumplir con la segunda parte de Corintios 6:20: “… glorificad, pues, a Dios con vuestro cuerpo y con vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” Para cumplir este mandamiento uno debe someter tanto su cuerpo (naturaleza carnal) como el aspecto espiritual de su ser a la voluntad de Di-s. 

Permítame hacerle una pregunta: ¿De qué maneras tangibles está demostrando esto? Este tema llega al corazón de la espiritualidad y el  discipulado. Me gustaría compartir con ustedes algunas cosas que pueden hacer para reflejar el LLAMADO REDENTIVO que acordaron que se les pusiera encima cuando aceptaron el Evangelio. (Recuerden que no son salvos por la realización de estas cosas, sino que es una de las razones por las que han sido salvos).

1) Comience y termine su día leyendo algunos Salmos: No se limite solo a leerlos, sino ore a través de cada versículo y luego escuche la guía del Espíritu Santo para usted y escriba las cosas que Él le da.

2) Ore rutinariamente a lo largo del día, preguntando a Dios a quién le está llamando para ministrarle.

3) Pídale a Yeshúa que le dé un entendimiento profético de lo que Él está trayendo: Esto implica que se tome el tiempo para estudiar la profecía. Comience con los 12 profetas menores y, a medida que lea, esfuércese por descubrir cuál fue el mensaje principal de cada uno de los profetas y cómo se puede aplicar este mensaje en la actualidad. Es posible que se sorprenda de cómo se dio este mensaje para los tiempos en los que está viviendo.

4) Asociarse con otros creyentes para servir juntos en estos objetivos.

5) Esté preparado para ser usado por Dios y esté dispuesto a responder a Su llamado. Hay tanto que necesita ser hecho. Será un estímulo para usted ver que el Dios Todopoderoso quiere usarle. Él le dará oportunidades para representarlo en muchas más formas de las que pueda imaginarse

Dr. Baruch Korman – 31 de Marzo, 2023

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