Shemini - (Octava)

Porción de la Torá: Shemini (Octava)          

Lectura de la Torá: Levítico 9:1-11:47         

Lectura Profética: II Samuel 6:1-7:17

 

 

La humildad, la adoración y el reconocimiento de la provisión de HaShem son importantes para acercarse a Dios”

Como ya sabemos, el libro de Levítico trata principalmente de las ofrendas y sacrificios que se hacían primero en el Tabernáculo y luego en el Templo. Es importante señalar que muchos de estos sacrificios no se debían al pecado, sino que deben verse como una ofrenda a HaShem, en el sentido de un regalo. En otras palabras, algunas de las ofrendas no tenían el propósito de perdonar o expiar, sino
de agradar a HaShem. Independientemente del tipo de sacrificio que se hiciera, todas las ofrendas tenían una cosa en común; el que las hacía quería acercarse al Dios Viviente.

En la lectura profética de esta semana, el Arca de Dios está fuera de lugar y David quería llevarla a Jerusalén. Aunque el Arca se relaciona con muchas cosas, el aspecto principal del Arca es que representa la presencia misma de HaShem. David fue sabio en su deseo de querer devolver el Arca a su lugar apropiado. Sin embargo, su celo por lograr esto le hizo fracasar. David al principio no consideró la
forma adecuada de cumplir su objetivo. Debido a que intentó servir a HaShem según su propio entendimiento, en lugar de consultar la palabra de Dios, el resultado final fue la muerte, la desilusión y la desesperación. David comentó, “¿Cómo puede el Arca de HaShem venir a mí?” II Samuel 6:9

El fracaso de David revela la pregunta que deberíamos hacernos: “¿Cómo puedo traer la presencia de HaShem a mi vida?” David recurrió a las Escrituras y encontró que el Arca tenía que ser transportada de una manera especial por personas especiales (los Sacerdotes). No solo implementó las amonestaciones bíblicas, sino que incluyó tres cosas que todo acto de servicio a Dios debe incluir:
humildad, adoración y reconocimiento de Su provisión. No puedo enfatizar demasiado cuán importantes son estas tres cosas para acercarse al Dios Viviente.

David demostró humildad al quitarse su ropaje real y ceñirse como un simple siervo con una túnica de lino. El relato informa al lector que David bailó con todas sus fuerzas delante de Dios con sonidos alegres, es decir, adoró a HaShem ese día. También se dice que no solo hubo sonidos alegres, sino que se escuchó el Shofar. El Shofar (cuerno de carnero) simboliza la provisión de HaShem. Es vital que cada
persona aprenda que Dios le proporciona todo lo que necesita para servirle. La próxima vez que luches con dar, recuerda que lo que estás dando para la obra del Reino te lo ha proporcionado HaShem. Solo le estás devolviendo una parte de lo que te dio.

Humildad, adoración y reconocimiento a la provisión de HaShem; estas tres cosas pueden traer un cambio tremendo a tu vida.

Dr. Baruch Korman – 14 de Abril, 2023

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