Pinjás
Porción de la Torá: Pinjás
Lectura de la Torá: Números 25:10-30:1
Lectura Profética: 1 Reyes 18:46-19:21
“Sé rápido para obedecer el plan de Dios”
En la lectura de la Torá de esta semana, las hijas de Zelofehad le preguntaron a Moisés si podían heredar la tierra de su Padre, al ver que no había hijos. Normalmente la tierra pasaba del padre a los hijos. Moisés fue ante HaShem para buscar una respuesta para las hijas. Dios accedió a la petición de las hijas. Sin embargo, al final del libro de Números en Parashá Masei, hombres de la misma tribu se levantaron ante Moisés con preocupación (Ver Números capítulo 36).
Esta preocupación se basaba en la situación de que, si las hijas se casaban con hombres fuera de la tribu de su padre, entonces la tierra sería incorporada a la tribu de sus maridos y la herencia que HaShem originalmente le dio a cada tribu sería alterada. Tenga en cuenta que estos hombres no estaban motivados desde un punto de vista personal; más bien su preocupación estaba arraigada en el orden que HaShem había establecido para dividir la Tierra de Israel.
Las Escrituras son muy claras en cuanto a que la preocupación que estos hombres plantearon agradó a Dios. Moisés respondió que, si las hijas querían heredar la tierra de su padre, sólo podían hacerlo si se casaban dentro de su propia tribu (Números 36:5-10). De no hacerlo,
perderían esta herencia. Este pasaje demuestra que las decisiones que uno toma tienen consecuencias. Moisés deja en claro que las hijas podían casarse con quien quisieran, pero si elegían fuera de su tribu, no podían quedarse con la tierra de su padre. Hoy en día, me imagino que la gente esperaría poder casarse con quien quisieran y quedarse con la tierra. Tendemos a rechazar el concepto de que existen implicaciones físicas reales en las decisiones espirituales que uno toma.
Las personas están más centradas en sus planes y propósitos para sus vidas, que en el orden de Dios. Creemos erróneamente que Dios quiere bendecirnos en nuestras elecciones; en lugar de someternos a Su plan más amplio en el que Él nos invita a participar. Lo que deduzco de esta sección es que era la voluntad de Di-s que se casaran dentro de su tribu, pero debido a que fuimos creados para tener libre albedrío, uno puede casarse con quien quiera.
Sin embargo, elegir nuestro camino en lugar del camino de Dios puede tener un alto costo.
Es muy significativo que uno lea, “Así como HaShem ordenó a Moisés, así lo hicieron las hijas de Zelofehad”. Números 36:10.
En otras palabras, escucharon cuál era la voluntad de Dios y, aunque eran libres de tomar cualquier decisión que quisieran, obedecieron rápidamente Su plan. Buen consejo para ti y para mí.
Dr. Baruch Korman – 26 de Julio, 2024.