Emor - Decir

Porción de la Torá: Emor (Decir)

Lectura de la Torá: Levítico 21:1-24:23

Lectura Profética: Ezequiel 44:15-31


Parashá Emor

“Hasta Que Uno Comience a Experimentar La Santificación, Uno No Comenzará a Experimentar a Di-s” En la lectura de la Torá de esta semana se afirma: “¿Y no profanarás Mi Santo Nombre, y Yo seré santificado en medio de los Hijos de Israel? Yo soy el Señ-r que te santifica .” Levítico 22:32 El término “santificación” representa un concepto importante que todo creyente debe entender. Este término se deriva de la palabra “santo”. 

En otras palabras, la santificación es un proceso en el que el creyente se vuelve santo. Este proceso comienza con una experiencia de salvación, que conduce a la regeneración (el nuevo nacimiento). Es decir, después de que uno es convencido de su pecado y confía en la sangre del Mesías Yeshúa para redimirlo, el Espíritu Santo hará de esta persona una nueva creación. Es muy importante que el lector reconozca que la salvación lleva la regeneración y no que la regeneración hace que uno acepte el mensaje del Evangelio.

Desde el momento en que uno cree, es totalmente aceptable a HaShem. Esto se debe a que todos los pecados del mundo fueron puestos sobre el Mesías mientras Él estaba en la cruz y la justicia de Yeshúa es imputada al creyente en el momento en que cree. El resultado de esto es que Di-s ve a cada creyente como poseedor de la justicia de Yeshúa. Aunque es cierto que HaShem ve a cada creyente como totalmente justo y santo, esto no se traduce inmediatamente en el comportamiento de uno. Es el crecimiento del creyente y su maduración en la fe a lo largo del tiempo, lo que se conoce como santificación.

La santificación no es un estado abstracto en el que se encuentra el creyente; más bien, la santificación está ligada a un propósito. Este
propósito es la voluntad de Dios. La voluntad de Di-s debe verse en dos expresiones diferentes pero relacionadas. Primero, la voluntad de Di-s debe entenderse en una expresión general, que es la misma para cada creyente. Esta expresión general se encuentra en los mandamientos de la Biblia. No solo en los mandamientos de la Torá, sino en todos los diversos mandamientos a lo largo de toda la Escritura. 

La segunda expresión es una expresión personal. Esta expresión personal es simplemente la voluntad específica de Di-s para cada creyente individual. Cada creyente debe darse cuenta de que solo cuando comienza a actuar con respecto a la expresión general de la voluntad de Di-s, solo entonces HaShem comienza a revelarle a esta persona Su llamado específico para la vida del creyente.

El no avanzar en el proceso de santificación tendrá un impacto negativo en todos los aspectos de la vida espiritual de uno. El resultado será que el creyente estará frustrado y desalentado con Di-s y su vida carecerá del poder para servir a Di-s. El siguiente verso dice,
“El Que os tomó de la Tierra de Egipto para ser para ustedes un Di-s, Yo soy HaShem”. Levítico 22:33

El punto de este versículo es que hasta que uno no comience a experimentar la santificación, no comenzará a experimentar a Di-s.

Dr. Baruch Korman –  5 de Mayo, 2023

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