CAPÍTULO 10 - (Versículos 37 - 48)
v38: Siempre que se menciona al Espíritu Santo en la Biblia, debemos pensar en la redención (Isaías 59:20-21).
v39: Yeshúa fue rechazado, y su obra de salvación no fue bien recibida por Israel.
v40: El hecho de que Yeshúa no se levantó Él mismo de entre los muertos no disminuye Su poder o divinidad. Enfatiza Su sumisión, confianza y absoluta obediencia en Su Padre.
v41: Di-s tenía un patrón y basado en este patrón, Dios vio y supo de antemano.
- No podemos ir muy lejos en el Antiguo o Nuevo Testamento sin mencionar el juicio. Como Rey, Yeshúa cumple con los requisitos para ser el Juez.
v43: Para entender a Yeshúa (quién es y lo que hizo) necesitamos leer y entender la profecía.
- Es solo al invocar el nombre de Yeshúa, por fe, que seremos salvos.
v44: El Espíritu Santo cayó sobre los gentiles – NADIE impuso las manos sobre ellos para recibir el Espíritu Santo.
v45: Los creyentes judíos que habían venido con Pedro desde Jaffa (Jopé) estaban asombrados de que Dios también estuviera obrando en la vida de los gentiles; esto no era exclusivo.
- El derramamiento del Espíritu Santo es un acto de Dios y no podemos hacerlo nosotros mismos.
v47: El camino de salvación para una persona judía es el mismo que el camino de salvación para un gentil. Los judíos no reciben el Espíritu Santo de una manera diferente a los no judíos. Dios no muestra parcialidad y Su Palabra es la misma para toda la humanidad.
v48: No querían que Pedro se fuera inmediatamente. Querían escuchar más. Querían ser discipulados. Esto es lo que desean las personas que verdaderamente creen: conocer la Palabra de Dios para que podamos caminar con Dios, servirle y honrar Su nombre.