NUMEROLOGÍA HEBREA - NUEVE
NUEVE
El número nueve se entiende en el judaísmo como para expresar los conceptos de trabajo, obra, consecuencia, o resultado. Una ilustración común que se ofrece es el de una mujer que está embarazada por nueve meses y luego la consecuencia/resultado de este embarazo se manifiesta.
Aunque el número aparece varias veces en el Antiguo Pacto, en general se utiliza para simplemente expresar una asignación de tiempo; por ejemplo, algo que sucedió en el noveno año. Es cuando uno considera la aparición del número nueve en el Nuevo Pacto que la interpretación para el número se aclara. En el libro de Lucas, Yeshua les ministra a diez leprosos. Mientras estos diez leprosos obedecen
la orden de Yeshua de ir y mostrarse a los sacerdotes, ellos fueron sanados. Sólo uno de los que fueron sanados regresó a darle las gracias a Yeshua. Los nueve aparentemente continuaron rumbo a los sacerdotes. El punto es que el leproso que regresó a Yeshua realmente fue el único que fue cambiado; los nueve sólo fueron sanados exteriormente.
Bíblicamente, la lepra no es la enfermedad que la mayor parte del mundo generalmente asume; una dolencia natural de la piel que es altamente contagiosa. En la Biblia, la lepra es también altamente contagiosa, pero su causa es el orgullo y el discurso cruel. Por
lo tanto, fue el que regresó a Yeshua que realmente había sido curado no sólo exteriormente, sino también interiormente, ya que no pensaba en sólo ser pronunciado limpio por los sacerdotes, pero primero quería darle las gracias a Yeshua. La acción de gracias es un acto de humildad y no de orgullo.
Los nueve que fueron sanados y no regresaron a Yeshua, sólo se centraron en el resultado del milagro. En otras palabras, sólo miraron a la obra o el trabajo de Yeshua y no los aspectos espirituales de su situación. Al estudiar el número seis, también hablamos del número nueve. Tenga en cuenta que muchas traducciones inglesas (o españolas), incluso algunas de las más literales, todavía hacen interpretaciones para el lector que no están justificadas.
Esto es a menudo el caso cuando las horas (hora del día) se mencionan. La novena hora es en realidad tres de la tarde. Por lo tanto, en lugar de dejar el texto en su forma original, muchas traducciones prefieren cambiar la novena hora a las tres de la tarde sin informar
al lector de la representación literal. Al hacerlo, la traducción le roba al lector el poder beneficiarse del significado que una comprensión correcta de los números le añade al texto.
En el ejemplo dado en nuestro estudio del número seis, se dice que hubo oscuridad sobre la tierra desde aproximadamente la sexta hora hasta la novena (véase Mateo 27:45). Se interpretó que el uso de los números seis y nueve en conjunto expresaba que Yeshua estando en la Cruz fue la obra / trabajo (9) que hizo posible la gracia de Dios (6).
Del mismo modo, en el siguiente versículo (Mateo 27:46), Yeshua clama a voz alta cerca de la novena hora, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado.” Esta Declaración habla sobre la consecuencia / resultado del pecado. ¡No pecado de Yeshua (Dios lo prohíba), ya que EL era sin pecado!
Sin embargo, La Escritura declara que Aquel que no conocía pecado; que Dios lo hizo pecado por nosotros, para que pudiéramos convertirnos en la justicia de Dios en El (2 Cor. 5:21). El punto es que La Escritura menciona la novena hora para revelar el resultado de
Yeshua haciéndose pecado en nuestro nombre, es decir, su Muerte.
El pecado y la muerte están inherentemente relacionados en la Biblia, por lo que es también a la novena hora que el resultado / consecuencia del pecado, se manifiesta. Está claro que Yeshua muriendo a la novena hora no fue un acontecimiento aleatorio. Señalaba la obra del Mesías, muriendo por los pecados del mundo.