Naturalmente, cuando se menciona el número doce, dos pensamientos entrar en la mente de uno. El primer pensamiento son las doce tribus de Israel y la segunda son los doce discípulos. Ambos grupos representan a la gente de Dios. Por lo tanto, cuando el número doce aparece en Las Escrituras, el lector debe pensar en el pueblo de Dios de una manera única o específica.