NUMEROLOGÍA HEBREA - DIEZ
DIEZ
El número diez se refiere a la terminación, a la totalidad, o a hablar de algo en su totalidad. En el Evangelio de Lucas, Yeshua utiliza el número diez con frecuencia en sus parábolas o cuando se recuenta un evento. Yeshua habló de diez monedas (capítulo 15), diez leprosos (capítulo 17), diez siervos (capítulo 19), y diez unidades de dinero (capítulo 19).
En el Evangelio de Mateo, Yeshua se refiere a diez vírgenes; mientras que, en el Evangelio de Marcos, diez ciudades. En todos estos pasajes, Yeshua está utilizando el número diez de una manera colectiva. En otras palabras, él está hablando acerca de diez de manera general o como un todo.
En el libro de Apocalipsis capítulos 13 y 17, aparece el número diez en referencia a diez cuernos. Estos diez cuernos están relacionados con la bestia que tenía también siete cabezas. Estos diez cuernos son diez reyes que gobiernan con la bestia. ¿Por qué específicamente diez reyes? Aparte de Israel, todas las naciones del mundo van a servir a la bestia. Por lo tanto, los diez reyes representan el mundo en su
totalidad o por completo.
En este ejemplo, puede ser desconcertante al principio el ver por qué el número siete se utiliza en lo que respecta a la bestia, ya que siete se relaciona con la santidad o la perfección. La solución a esta dificultad se encuentra cuando uno recuerda que siete también se
relaciona con el propósito o el separando algo aparte. Por lo tanto, la bestia es el imperio que tiene como propósito el contrario exacto a la voluntad de Di-s, es decir, la bestia se ha separado para oponerse a los propósitos de Dios.
En hebreo, la palabra que se relaciona con una prostituta del templo pagano es la palabra que podría traducirse como “Un Santo”. Ciertamente, esta no es santa en nuestra comprensión de la palabra; Sin embargo, en hebreo, la idea que está siendo expresada por el uso de la palabra hebrea para “Santo” es que esta mujer ha sido apartada (santificada) para un propósito. Obviamente un propósito muy profano; sin embargo, en hebreo la palabra “Santo” no siempre transmite un propósito bueno o piadoso, sólo un propósito.