Los Hijos de Israel estaban esclavizados en Egipto y, en lugar de servir a HaShem, fueron obligados a obedecer a Faraón. Esto ciertamente no fue de acuerdo con la voluntad de Di-s y, por lo tanto, en un día en particular, y a través de un elemento en particular, Di-s trajo un cambio no solo a los Hijos de Israel, sino uno que impactó al mundo entero. Al examinar el relato bíblico de Pesaj, uno aprende que lo que HaShem provocó proporciona una revelación divina que todo ser humano necesita comprender y aplicar a su propia vida.

El propósito de la existencia de Israel es traer las bendiciones de Di-s a este mundo. Debido al pecado de Israel, al vender a su hermano José como esclavo, toda la nación de Israel también se encontró en esclavitud en Egipto. Esto significaba que lo que Di-s pretendía hacer con los hijos de Israel no podía realizarse por medios naturales. Por lo tanto, Di-s actuó para lograr un cambio que realinearía no sólo a los hebreos, sino al mundo entero, para que los propósitos previstos por Di-s pudieran cumplirse. Este cambio se produjo no sólo en un día concreto, sino a través de un elemento concreto. El día era Pesaj y el elemento que Di-s usó fue la sangre del sacrificio de Pesaj.

En las Escrituras, a menudo se debe entender que Egipto se relaciona simbólicamente con el mundo. En otras palabras, el relato de la Pascua bíblica revela un mensaje que tiene implicaciones mucho más allá de las fronteras de Egipto pero que impactará al mundo entero. Egipto era la nación más poderosa del mundo cuando mantenía en esclavitud al pueblo de Israel. El faraón era visto como el líder más poderoso del mundo. Una parte importante del relato de Pesaj fue que el Di-s de Israel ordenó a Faraón que enviara al pueblo de Di-s desde Egipto para que pudieran adorar / servir a Di-s. La respuesta del faraón se basó en dos factores.

Primero, no conocía al Di-s de Israel y segundo, no quería participar en la voluntad de Di-s. De hecho, HaShem trajo un cambio, no sólo en los pensamientos de Faraón, sino también en su comportamiento. Este cambio no solo se relacionó con los hebreos, sino que en la Biblia se enfatiza que una multitud mixta de personas también salió de Egipto con los hijos de Israel (ver Éxodo 12:38). Antes de hablar
sobre el elemento específico que Di-s usó para sacar al pueblo de Egipto, es importante entender cómo la Biblia analiza las acciones de Di-s en Egipto. 

En Éxodo 12:12 se lee:

ובְכָל-אֱֹלהֵי מִצְרַיִם אֶעֱשֶה שְפָטִים, אֲנִי יְהוָה

“Y con todos los dioses de Egipto haré juicios, yo soy el SEÑOR”

Este versículo deja en claro que hay un componente espiritual con respecto a lo que Di-s pretende hacer con Egipto. Es muy significativo que la frase ובְכָל-אֱֹלהֵי מִצְרַיִם significa que HaShem va a tratar con todos los dioses de Egipto. La última parte del versículo es אֶעֱשֶה שְפָטִים, אֲנִי יְהוָה que informa al lector que Di-s traerá juicio sobre los dioses falsos de Egipto y revelará a los egipcios y al mundo que Él es el SEÑ-R. La palabra hebrea שְפָטִים está en plural y muchas traducciones no reflejan esto. El propósito del plural es mostrar al lector que el juicio que HaShem traerá sobre Egipto será abundante, severo y tendrá implicaciones que irán más allá de las fronteras de Egipto.

Ciertamente no fue una coincidencia que Yeshúa fuera crucificado y muriera en Pesaj. Los cuatro evangelios afirman que Yeshúa fue a la Cruz en el Día de la Preparación (Mateo 27:62, Marcos 15:42, Lucas 23:54, Juan 19:42), que es otro término para el día de la Pascua, es decir, el decimocuarto día del primer mes bíblico. Es teológicamente correcto entender que la crucifixión se relaciona con el juicio de Di-s. La muerte de Yeshúa en la Cruz representa el juicio total y completo de Di-s sobre el pecado. 

Sin embargo, es vital que una persona comprenda que es sólo cuando uno acepta por fe el sacrificio de Pascua de Yeshúa que Su pago completo se aplica y el creyente nunca experimentará la ira eterna de Di-s. Este punto es fácil de entender cuando se considera el relato de la Pascua en el libro del Éxodo.

Ya se ha dicho que Israel se encontró esclavizada por Faraón debido a que los hermanos de José lo vendieron como esclavo. Incluso en la literatura judía, explican que mientras los Hijos de Israel estuvieron en Egipto 430 años, descendieron a tal nivel que no tenían absolutamente ningún mérito en sí mismos, lo que provocó que Di-s los redimiera; más bien, fue únicamente el resultado de Su gracia que Él los redimió mediante la sangre del sacrificio de Pascua. La ofrenda de Pascua está relacionada con la redención y en el judaísmo se la conoce como el sacrificio que tiene un resultado redentor. Debido a que Yeshúa fue crucificado en la Pascua (Pesaj), Su muerte tiene un propósito redentor, y el escritor de Hebreos informa al lector que la sangre de Yeshúa compró la redención eterna para aquellos
que la reciben a través del Evangelio.

ουδε δι αιματος τραγων και μοσχων δια δε του ιδιου αιματος εισηλθεν εφαπαξ εις τα αγια αιωνιαν λυτρωσιν ευραμενος

“Pero no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en los Lugares Santos, habiendo obtenido eterna redención”. Hebreos 9:12

El escritor de Hebreos enseña con este versículo una verdad muy importante. Primero, la sangre del Mesías es muy superior a la sangre de los machos cabríos y de los becerros. En segundo lugar, mientras que los sacrificios del Templo se repitieron, no es necesario volver a realizar la ofrenda de Pascua de Yeshúa. La palabra griega εφαπαξ es muy significativa, ya que informa al lector que la sangre
de Yeshúa era completamente suficiente y compra para cada creyente la redención eterna. Bíblicamente hablando, la redención trae dos cambios significativos para aquellos que son redimidos. 

La redención trae consigo un cambio de identidad y de ubicación. Por ejemplo, el matrimonio es un pacto de redención. En realidad, el
novio redime a su esposa, y ella recibe una nueva identidad al convertirse en parte de su familia y vivir con él. Esto significa que cuando una persona acepta el Evangelio, la muerte de Yeshúa y Su sangre hacen que ésta se convierta en miembro de la familia de Di-s y en ciudadano del Reino de Di-s.

Pesaj es solo un día, y en este día, Israel preparó la ofrenda de Pascua la que en realidad se participó el primer día de los Panes sin Levadura. También es durante la Fiesta de los Panes sin Levadura cuando se debe observar otro mandamiento importante. Esto se relaciona con el comienzo de la cosecha de primavera. Era un mandamiento bíblico para los hijos de Israel llevar el primer día de la semana después del primer día de los Panes sin Levadura las primicias de la cosecha al sacerdote. La resurrección de Yeshúa ocurrió el mismo día en que se observó este mandamiento.

Al estudiar el Nuevo Pacto, uno aprende que Yeshúa no es sólo la Cabeza de la Congregación de los Redimidos (Iglesia), sino que es específicamente llamado el Primogénito de entre los muertos (Ver Colosenses 1:18). Este versículo también afirma que Él también tiene preeminencia en todas las cosas. La resurrección de Yeshúa trajo un cambio poderoso para Sus discípulos. Aunque se les había dicho
que Él había resucitado de entre los muertos, les costaba creerlo. De hecho, se habían encerrado en una habitación por miedo (Ver Juan 21:19-22).

Posteriormente, el Yeshúa resucitado se manifestó a Sus discípulos y sopló sobre ellos el Espíritu Santo. Estas dos cosas, creer en Yeshúa resucitado y recibir el Espíritu Santo, produjeron un cambio muy significativo en los discípulos. Como en el pasado, antes de creer en la resurrección de Yeshúa, estos hombres estaban llenos de miedo, pero después de encontrar al Yeshúa resucitado y recibir el Espíritu Santo, estos mismos hombres se convirtieron en los mismos que revolucionaron el mundo al predicar nuestro Cordero Pascual que murió en Pesaj, pero resucitó victorioso de entre los muertos. Es sólo a través de la fe en Él que uno puede experimentar este cambio de Pascua y la victoria que viene con él.